Viví el corto tiempo que tenía
temblando como vibran los que sueñan
Partí al frío Sur con un destino
sin opción, ni edad para la guerra.
La vida me trató como a un mendigo
la muerte, anfitriona más atenta,
pactó con el futuro y el olvido
cuidar mi soledad bajo su niebla.
Hoy sólo yo te pido que me mires
que sientas el dolor de mi trinchera.
Que el fuego y el combate se terminen
que entre el ayer y el hoy no haya fronteras.
Ni el frío ni el horror pudo conmigo
sólo la red que la tristeza nos tejía.
No la trampa de unos pocos mal nacidos
sí la furia del infierno que vendría.
Si bien sobreviví, apenas vivo
tratando de olvidar aquellos tiempos.
Marcado por la luz del enemigo
cargando con las almas de los muertos.
Hoy sólo yo te pido que me mires
Que aprendas del dolor en mi trinchera.
Que el fuego y el combate se terminen
Que entre el ayer y el hoy no haya fronteras.
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2 comentarios:
Tan cierto como doloroso.
Impecable tu homenaje.
Si nace, ponele música.
Un beso
Primo queridisimo, este tema me estruja el corazon, me queda un nudo en la garganta...
dejo esta frace del Nano que me parece genial.
"que todo sea como esta mandado, y que no mande nadie"
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